Mucho hemos hablado de la importancia de elegir un calzado adecuado para dar sus primeros pasos y acostumbrarse a caminar para la salud de los pies de los niños, pero ¿cuál es la importancia real de tener unos pies sanos?

Compuestos por 20 músculos y 26 huesos, los pies sirven como base de todo el cuerpo en términos de soporte, equilibrio, postura y bienestar general. Es por esto que tener problemas en los pies puede provocar dolores de espalda, problemas en las articulaciones, problemas de postura o incluso afectar la salud de tuorganos.

En el caso de los niños, es aún más importante mantener sus pies sanos, porque cualquier cambio en desarrollo de los pies puede provocar patologías o deformidades que se prolongarán hasta la edad adulta y tendrán consecuencias en todo el cuerpo.

Además, hasta los 5 años se produce una fase de mayor desarrollo de los pies, que también corresponde a un período en el que los pies de los niños son más delicados y necesidad mayor atención.

Entonces, ¿qué cuidados debes tener con los pies de tu hijo?

Hasta que empiecen a caminar, los bebés no deben utilizar ningún tipo de calzado. Permitir que sus pies se muevan libremente ayudará a que se fortalezcan y sean más preparado para empezar a caminar.

Cuando los bebés empiecen a caminar, déjelos andar descalzos siempre que sea posible. Por muy respetuoso que sea el calzado, como el de Tem-Tem, ningún par de zapatos es mejor para los pies de tu hijo que caminar descalzo.

A la hora de comprar zapatos para tu bebé, elige zapatos que sean extremadamente flexibles, ligeros como una pluma, con suela fina y plana, con una puntera ancha donde los dedos puedan moverse libremente, sin talonera ni ningún otro refuerzo y con una plantilla fina. sin elementos anatómicos.

También es fundamental que los zapatos sean del tamaño adecuado para los pies de su joven explorador. Varios estudios indican que el uso de zapatos demasiado ajustados en la infancia puede provocar la aparición más frecuente de juanetes.

Si es posible, tenga dos pares de zapatos y cámbialos diariamente para que los zapatos puedan respirar, evitando así que ganen humedad y sudor.

Empieza a cuidar los pies de tu hijo desde el primer momento. Ella lo merece.