Pies Sanos
¿Cuáles son los principios fundamentales que la rigen y por qué ahora se habla tanto de este tema?
¿Son tan importantes para los niños que empiezan a dar sus primeros pasos?
¿Qué impacto tienen en la salud de los pies?
Intentemos responder a estas y otras preguntas de forma sencilla.
¿Qué necesitan nuestros pies?
Para entender qué hace que un calzado sea respetuoso, tenemos que saber qué necesitan nuestros pies cuando caminamos y, por mucho que te sorprenda, lo que necesitan nuestros pies es absolutamente nada. Lo ideal sería andar siempre descalzo, tanto en la fase de adquisición de la marcha como incluso en la edad adulta. Está claro que en la fase de adquisición de la marcha es aún más importante, porque los pies se están desarrollando.
Las ventajas de caminar descalzo son muchas y están bien documentadas: desde fortalecer los músculos del pie, hasta mejorar desarrollo motor y eficiencia del movimiento, sin olvidar que incluso ayuda a reducir el estrés y mejorar el equilibrio. En los más jóvenes, estudios recientes también demuestran que ayuda en la prevención de algunas afecciones ortopédicas, como el pie plano o los juanetes.
Por supuesto, caminar descalzo también tiene sus desventajas y para aquellos que viven en la ciudad es absolutamente poco práctico caminar sin zapatos ¡Aquí es donde entra el calzado respetuoso!

¿Qué es el calzado respetuoso?
Como su propio nombre indica, calzado respetuoso es aquel que respeta la salud de los pies y que, por ello, está diseñado y fabricado de forma que interfiere lo menos posible con el movimiento normal de la marcha, dando a quien lo lleva la sensación de caminar. prácticamente descalzo.
Esto se consigue a través de un zapato extremadamente flexible, ligero como una pluma, con una suela fina y sin pendiente, una puntera ancha (toe box) donde los dedos pueden moverse libremente, sin talonera ni ningún otro refuerzo y con plantilla fina y sin elementos anatómicos. Estos son los 6 principios fundamentales de los zapatos Tem-Tem.
Si lo pensamos bien, estos principios deberían aplicarse a cualquier calzado y resulta extraño que sea necesario definir con un nombre concreto un calzado que no nos hace daño a los pies. Es hora de que iniciemos un movimiento para que el calzado respetuoso se llame simplemente calzado y todos los millones de pares de zapatos que se venden anualmente que no son adecuados para nuestros pies se conozcan como calzado irrespetuoso. ¡Únete a nosotros!
